Mientras termino (y no) algunos de los proyectos que tengo en las agujas, os enseño una muñequita de trapo que terminó mi madre antes de Navidades. Llevábamos tiempo, las dos, con ganas de tener una así (bueno, más bien mi madre tenía ganas de hacer una), y eso que no tenemos ninguna nena pequeña en casa ni en la familia. Pero ha sido de esos caprichos que te dan y que los tienes que hacer sí o sí.
Después de meses (literalmente) buscando un patrón y de mirar libros de dónde sacar una muñeca que nos gustara a las dos, al final elegimos esta campesina. Nos hizo gracia por el vestido que lleva, las trenzas, y el gorrito ¡Es tan mona! Nos recuerda mucho a la vestimenta que llevan las mujeres amish.
La semana que viene, el Sábado, ya sabéis lo que toca: nuevo patrón y nuevo par de calcetines para tejer en Febrero. En mi Instagram ya he colgado alguna que otra pista ¿Cuál será el patrón elegido? Shhh todavía es un secreto.
