Hace unos meses DMC se puso en contacto conmigo para que formara parte de la iniciativa “Blogueras Bordadoras” junto con otras 16 españolas más. Creo que os podéis hacer una idea de la ilusión que me hizo. Desde DMC nos daban total libertad creativa para poder hacer una o varias piezas bordadas con sus hilos Mouliné Spécial.
Después de mucho tiempo buscando y rebuscando en Pinterest un rayito de luz para poder desarrollar mi idea (y de no encontrarlo, dicho sea de paso) encontré la tan ansiada inspiración en los blogs de bodas, de esas bodas especiales que se salen de lo tradicional y las pautas marcadas ¿Por qué no celebrar tu boda en el campo con un complemento especial como una pajarita bordada para él o un lazo para el tocado de ella?
Esta bloguera bordadora se fue derechita a la tienda de telas, porque mi idea era hacerlo en color azul, pero no un azul cualquiera, debía ser “azul cielo” (ya sabéis, de esos colores que nos inventamos las mujeres y que solamente existen en la escala Pantone). Después de dos tiendas y el momento desesperado de “no encuentro lo que quiero”, apareció sobrante olvidado justo del color que quería.
Sé que ahora estaréis pensando que las pajaritas o no son azules, la pantalla del ordenador está mal o vosotras os habéis vuelto daltonicas. Pues bien… después de comprar mi tela azul, al final, para nada: encontré un resto de algodón sin teñir en la caja de telas de casa (Nota mental: buscar entre los sobrantes antes de comprar).
Ya solamente quedaba dibujar unos pequeños ramilletes en los extremos de la pajarita. Verde seco para las ramitas, bordadas en punto de margarita y punto de tallo, azules y rosas para las flores, bordadas en punto de nudo.
Y aquí tenéis el resultado: unas pajaritas campestres. Las novias que se atrevan a hacerlo las pueden personalizar con los colores de sus ramos de novia, decoración, etc. Las posibilidades son infinitas.
