Hace tiempo que tenía pendiente en escribir un post sobre esto. En realidad, me gustaría poder escribir, al menos, una entrada al mes sobre tintes naturales. Es un tema que me interesa mucho y me pica la curiosidad de poder hacer más cosas, aprender y poder compartirlas en el blog.

Ahora mismo puede que haga un mes, más o menos que no tiño nada. El tiempo no acompaña mucho. Las madejas tardan mucho en secarse completamente y he decidido hacer un breve break hasta que la meteorología mejore lo suficiente. Así que mientras tanto, estoy investigando un poco más y estoy tejiendo un jersey con unas madejas que teñí la última vez y que os enseñaré cómo lo hice.

El post de hoy va para todas aquellas que queráis empezar a teñir algo de lana en casa, tanto si quieres probar para ver qué sale o hacer alguna madeja “en serio“, lo más básico que necesitas. No me he querido meter mucho en harina porque hay procesos de los que me gustaría escribir más en profundidad. Pero ya verás que no es nada rebuscado ni difícil de encontrar y que seguro que lo tienes en tu propia cocina. ¿Te apuntas a esta aventura?


Utensilos

  • Necesitas una olla, que sea de acero inoxidable. ¿Por qué no puede ser de otro material? Porque hay algunos que modifican el color final del tinte, como el hierro.
  • Cucharas, que te harán falta para remover el tinte (de madera o acero inoxidable). Si tienes alguna vieja por la cocina que ya no vayas a utilizar, esa, te sirve.
  • Un recipiente, preferentemente de cristal, y algunos trapos que hagan de filtro para cuando prepares el tinte.
  • Guantes de látex para manipular la lana mientras la estemos tiñendo. Yo uso los típicos que venden en el supermercado de usar y tirar.
  • Una báscula digital.
  • Unas tiras para medir el Ph del agua. Esto lo puedes encontrar en cualquier droguería. Son unas tiras de papel que están impregnadas con un reactivo que, al contacto con el agua, cambian de color e indican el nivel de Ph que tiene el agua que estás utilizando. Por normativa, el agua que llega a casa debe tener un ph 7 (básico) pero nunca está de más comprobarlo. Con el paquetito de tiras también viene la escala de colores con el valor al que corresponde. Esto es importante saberlo antes de empezar a teñir porque dependiendo del Ph, si es demasiado ácido o alcalino, los colores te pueden salir más brillantes, oscuros o incluso cambiar el color que esperabas.

Debes tener en cuenta que los utensilios que utilices para teñir, si antes los has usado para cocinar, no puedes volver a darles ese uso. Tenlos separados del resto de menaje de cocina.

Las madejas

La primera vez que hice un intento de teñir algo fue con una madeja (bueno, para ser más justos: resto) blanca que me había sobrado de un proyecto. No habría más de 25 gramos. Pero es suficiente si quieres probar para ver qué sale.

Ten en cuenta que, sea el material que sea con el que vayas a teñir, debe ser una fibra natural 100%, como la lana, la seda o el algodón. Nada de acrílicos, ya que en éstos el tinte no se fija. Si la fibra está compuesta por varias naturales, también te sirve.

Antes de teñir hay que mordentar la lana (en otro post os hablaré un poco más en profundidad de esto). El mordiente es una sustancia que permite que el tinte se fije bien en la fibra. Yo utilizo Alumbre.

La materia prima

La principal razón de que me interesen los tintes naturales es que con muchas cosas que diariamente desechamos en la cocina se pueden preparar. Es muy curioso ver que tantas cosas que habitualmente tiramos sin ningún valor nos pueden dar colores tan bonitos. Es mágico.

Cuando estés cocinando guarda las cáscaras de cebolla para conseguir después un tinte anaranjado, las cáscaras de las nueces para teñir de marrón o las pieles y huesos del aguacate para conseguir un rosa precioso.

Para conservarlo hasta que vaya a teñir, lo que suelo hacer, es congelarlo en bolsitas individuales. Pero también puedes secarlo en una caja de cartón y un ambiente seco para que las cáscaras no se pudran. A partir de ahora no te despistes, porque puedes reciclar muchas cosas :-).

La receta del tinte

Preparar el tinte es como seguir una receta. Ahora mismo lo estoy haciendo de la forma más básica:

  • Primero peso la lana en seco. Si quieres un color intenso debes utilizar la misma cantidad de “materia prima” que de lana. Para jugar con la intensidad del color, en vez de un 100% del peso de la lana en seco, puedes utilizar un 80% o un 50% del peso para que éste sea más tenue.
  • En la olla calienta el agua sin que hierva y echa el material que has elegido para teñir en trocitos pequeños para que suelte la mayor cantidad posible de tinte. No es necesario que hierva en ningún momento, simplemente queremos el agua bastante caliente para que suelte el pigmento. Si lo hierves fuerte puede que el color cambie y no sea el esperado. Demasiado calor también afecta al tinte, por eso a veces este proceso también se realiza en frío.
  • ¿Cuánto tiempo debo tener el tinte preparándose? Durante aproximadamente 45 min. Varía en función del material que estemos utilizando, pero por regla general ese tiempo debe ser suficiente para que el tinte esté listo. Si este proceso se lleva a cabo en frío hay que dejarlo varias horas o días.
  • Ahora vamos a colar el tinte. En un recipiente tapado con una tela vaciamos el contenido de la olla. Es importante que el tinte no tenga impurezas que luego se puedan quedar enredadas en la lana.
  • Deja enfriar el tinte.
  • Antes de meter la lana en el tinte tenemos que mojarla, para que no se quede flotando y se abran las fibras para que cojan bien el color. Sumerge la lana en agua fría durante al menos 45 min aproximadamente.
  • El siguiente paso yo lo hago en frío, porque hay fibras que, con el calor, se encogen y prefiero estar segura de que esto no pasa. Así que, con la lana ya remojada, echo el tinte en la olla, meto la lana y, si es necesario añado más agua para que cubra bien ésta. La cantidad de agua que echemos en este paso puede ser la que queramos, siempre y cuando la madeja pueda moverse con facilidad dentro de ésta para que el tinte se distribuya de forma homogénea. Tengo la lana metida en el tinte unas 8 horas.
  • Si eres impaciente y quieres ver el resultado enseguida, este último paso lo puedes hacer aplicando calor: echa el tinte en la olla y mete la madeja. A continuación calienta la olla, con cuidado de que no hierva. El tiempo para esto suelen ser unas 2 horas, aproximadamente. Después de esto, retira del fuego y deja enfriar. No saques la lana hasta que esté todo frío.
  • Saca la lana y lávala suaventemente con un jabón de ph neutro. Yo utilizo el mismo que para bloquear: Eucalán.
  • Deja secar y… ¡ya tienes tu madeja lista para tejer!

En este post te he intentado explicar lo más básico que necesitas. ¿Quieres hacer una pequeña prueba? Aquí te dejo en enlace del paso a paso que hice de cómo teñir lana con hojas de eucalipto. Puedes seguir el mismo proceso cambiando el eucalipto por canela por ejemplo 🙂 Obtendrás un marroncito como éste.

Fotos: Unsplash