Si hay un material con el que me apetecía especialmente probar desde que empecé mi aventura con los tintes naturales eran, sin duda, los huesos de aguacate. No me acababa de creer que dieran como resultado un rosa tan bonito y tan suave. Es un material con el que te empiezas a emocionar con el resultado desde que empiezas a preparar el tinte y ves las tonalidades que van saliendo durante todo el proceso. Es mágico.

Del aguacate se pueden aprovechar tanto las pieles como los huesos, pero a mí particularmente, las pieles no me han dado buen resultado porque no he conseguido un color tan brillante y puro como con los huesos. Rebecca Desnos tiene un post en su blog de trucos de cómo conseguir el mejor rosa a partir del aguacate (lo tenéis aquí) y comentaba que las pieles hay que limpiarlas muy bien, que no quede carne adherida para que el color sea brillante. Yo intenté limpiar las pieles lo mejor que pude, pero el tinte quedó demasiado marrón.

Tanto las pieles como los huesos, para conservarlos, los podéis meter en bolsitas de papel, en una caja de cartón (con algún agujerito en la tapa para que el contenido no se pudra) o directamente meterlos en el congelador. Se conservan muy muy bien y cuando vayáis a preparar el tinte se descongelarán solos con el agua caliente.

Este último método va perfecto para limpiar los huesos del aguacate, ya que, cuando los descongelas la carne que tengan pegada se desprende muy bien bajo el agua tibia.

Siempre que tiño alguna madeja voy apuntando todo paso a paso en una libreta. Así, si alguna vez quieres repetir, sólo tienes que seguir la receta. Y esta fue la que yo utilicé para teñir estas madejas.

Materiales

  • Teñí 5 madejas de 100 gramos (350 metros). La composición era: 80% Superwash Merino y 20% Cashmere.
  • Para mordentar la lana usé el 10% del peso de la fibra en seco de Alumbre.
  • Para preparar el tinte usé el 50% del peso de la fibra en seco de huesos de aguacate (250/260 gramos aproximadamente).

Mordentado

El mordentado es un proceso previo al tinte en el que se prepara la lana para que el color se fije bien.

Preparé el mordiente en una olla de acero inoxidable con agua tibia, para que se disolviera bien. Una vez que estuvo completamente disuelto, metí la lana (que previamente había estado en remojo durante 2 horas) bien escurrida.

Dejé reposar la lana en el mordiente 12 horas.

Cuando este proceso se ha completado, la lana se saca del mordiente, se escurre bien (sin retorcer) y se deja secar.

Antes de teñir, y una vez que la lana está completamente seca, deben pasar al menos 7/10 días.

El tinte

Preparé el tinte con el 50% del peso de la fibra en seco de huesos de aguacate. Si quieres un color más vivo y saturado, aumenta esta proporción y listo.

Los huesos de aguacate primero los tuve en remojo para que se ablandaran y pudiera hacerlos trocitos y que, cuando preparara el tinte, éstos soltaran la mayor cantidad posible de éste.

Una vez troceados los herví durante 1 hora a fuego muy lento.

Después hay que dejar reposar el tinte hasta que esté completamente frío, sin retirar los huesos de aguacate.

Una vez que el tinte esté frío, cuélalo para eliminar impurezas que se puedan quedar pegadas a la lana.

Ahora que tienes el tinte limpio, mete las madejas (previamente remojadas), y deja reposar durante al menos 12 horas.

Cuando haya pasado el tiempo de reposo, saca las madejas, aclara con agua abundante y un jabón ph neutro. Deja secar y… ¡Ya las tienes listas para tejer!

Espero que este paso a paso te guste y te sea útil para teñir tus propias madejas. Ya ves que no es nada complicado, pero es un proceso que requiere paciencia 🙂 Aunque el resultado merece totalmente la pena 🙂

¡Feliz Sábado!