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Cuando empezamos la cuarentena allá por mediados de Marzo pensaba que me iba a dar tiempo a tejer de todo, que iba a terminar con mi caja de lanas sin fondo y que todo lo que siempre había tenido en la lista ¡por fin! (¡por fin!) lo iba a tejer. Nada más lejos de la realidad. La cuarentena me trajo el teletrabajo, eso que siempre veíamos allá, en algún momento, en el futuro, se hizo realidad casi de un momento a otro. Gracias a él tuve una rutina en los días y semanas que tuvimos que estar en casa sin salir.

Al final esa cuarentena de desconexión que yo preveía, tejiendo sin horarios, cuando me apeteciera, como si fuera un sábado sin fin: terminando una detrás de otra todas las series y películas que tenía en mi lista de Netflix no fue posible. Pero me quedo con todo lo bueno que esta situación tan negra y tan dura nos ha traído.

Uno de mis pares de calcetines de estos meses han sido los Dear Björn, un patrón laborioso de tejer pero que queda precioso y te anima, vuelta tras vuelta, a seguir tejiendo. Este patrón está incluido en el libro “52 week of socks” que publicó Laine Magazine en Febrero. De momento no lo venden de forma individual, pero estaré atenta para avisaros si esto ocurre, que muchas me habéis preguntado sobre esto en Instagram 🙂

Para tejerlos usé una madeja de Olann Sock Lite en color Void, un azul muy muy oscuro. Con este patrón podéis aprovechar para sacar esas madejas que, debido a su color, cuando tejéis algo que tiene calados o dibujos de cualquier tipo no se aprecia del todo bien.

Espero que os gusten las fotos de mis nuevos calcetines, he tejido algunos más que os enseñaré poquito a poco. Tengo planeado retomar el blog. Me encanta esta plataforma. 😉

Un abrazo muy fuerte a todos los que estáis leyéndome al otro lado de la pantalla. ¡Feliz sábado!

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