Uno de los propósitos que me marqué en este 2018, como muchas de las tejedoras que tienen un alijo lanero más que extenso, es reducir pase lo que pase y cueste lo que cueste las cajas de lanas que me encuentro por todas partes. Siempre siempre hay una caja por alguna parte que tiene algún ovillo dentro (seguro que esto a alguna le suena 😉 ). Recuerden, pase lo que pase este año “less is more“.

El principal problema de mi alijo es que muchas veces (la mayoría) no sé lo que hay escondido en él, por eso, una de las primeras medidas que he adoptado para la reducción es: inventario. En uno de esos arrebatos ordenadores y clasificadores abrí un documento de Excel, establecí unos campos que debería rellenar y caja por caja fui apuntando el contenido.

¿Qué voy apuntado en el Excel? La marca del ovillo, la calidad (el nombrecillo que le da cada marca a ese tipo de lana: Sock, Alegria, Tosh Sock, Fine, etc.), peso y metros que tiene, color y cantidad. Esto lo hice para los ovillos que tenía enteros y para los sobrantes que vi que podían servirme para hacer, o bien una labor entera, o que podía reutilizar para partes de otros proyectos.

Ahora antes de empezar un proyecto miro en el Excel si tengo algo que me pueda servir. También hay veces que, en base a un material que quiera utilizar, busco patrones. De momento la medida me está funcionando, y ya hay algunas madejas este año que he conseguido sacar del alijo.

A final de año podremos ver si el método ha dado resultado o no, ¿os animáis a hacerlo conmigo? 😉 Os dejo un archivo para descargar que podéis utilizar para organizar vuestro alijo aquí. ¡Buen fin de semana!