Si hay algo que me puede gustar más que el chocolate es levantarme temprano los sábados. Madrugar lo he odiado toda mi vida. Siempre he sido del equipo de “cinco minutos más” cuando suena el despertador. Eso creo que solamente lo cumplo los días que tengo que madrugar para ir a trabajar. Los fines de semana en cuanto me despierto, me levanto. ¿Por que tenga que hacer algo? Realmente a veces no, pero eso de dar unas vueltecitas al proyecto que tienes entre manos mientras desayunas con todo en silencio, viendo alguna serie de esas que sólo te pones de fondo en Netflix… para mí no tiene precio.

Ahora que ya hace algo más de fresquete, y apetece tejer proyectos con lana más abrigadita, os enseño mi Eri (Laine Magazine 4). Mi proyecto de las vacaciones de verano y que tuve que tejer bajo el aire acondicionado porque… da calorcito. Las fotos también las hice en cuanto lo bloquee, justo después de terminar de tejer, y doy fe de que es abrigadito.

Me gustó tanto tejerlo que no me importaría volver a hacer otro. El cuerpo quedó como a mí me gusta, nada de que sea corto, lo prefiero un poco por debajo de la cinturilla de los tejanos. El único ¡ay! que tuve fueron las mangas, que terminé justo las disminuciones una vuelta antes de empezar a hacer el elástico y son un pelín, pero muy poco, largas. Del estilo Enrique Iglesias cuando cantaba con su gorra, su lunar y su “experiencia religiosa“.

Las madejas para tejerlo las encontré por pura casualidad. Lo quería tejer en un color parecido al del patrón, pero no quería comprar el material online por si después la tintada variaba mucho. Y en una visita fortuita de “solo voy a dar una vueltecita” a Miss Kits, la encontré. Es Malabrigo Arroyo en color Reflecing Pool. El color es un poco más oscuro de lo que ha salido en las fotos 🙂

Espero que os guste este proyecto 🙂 ¡Hasta el sábado que viene!